En el 2008 compré finalmente mi
sidecar de segunda mano en Alemania. Desde entonces he disfrutado de
él como medio vacacional y de ocio familiar. He viajado y asistido a
concentraciones...incluso me he metido en circuito en varias
ocasiones. Y como a mi me van los retos, se me metió en la cabeza
participar en un rallye routier francés. Rodar en circuito es
apasionante, pero más ha de serlo con una máquina creada
especialmente para ello. Si fuera más "hechao pa lante" ya
tendría un F1, pero como soy un indeciso, así estamos. En los
rallye routier franceses vi una posibilidad en hacer rodar mi sidecar
en su medio: carreteras locales de muchos virajes, donde la
estabilidad y frenada de mi sidecar podían hacerse valer. Por
contra, la mayoría de las carreteras donde se celebran estos rallyes
tienen un asfalto muy deficiente y la aceleración aquí es
determinante.
El campeonato de rallye routiers se
inició en marzo y finalizó en julio con el rallye du Dourdou. Las
demás pruebas por orden de celebración fueron las siguientes:
RALLYE DES GARRIGUES, RALLYE DE LA SARTHE, RALLYE DE CORSE, RALLYE DE
L'AIN, RALLYE DU MORVAN, RALLYE DU BEAUJOLAIS.
Participar en este campeonato abierto a
todo tipo de motos y sidecares implica la posesión de un tipo de
licencia concreto, pero abre la posibilidad a todo aficionado a poder
inscribirse a pruebas sueltas, disponiendo de una licencia (y seguro)
para disputar esa prueba concreta.
¿Qué me hizo decantar por el rallye
du Dourdou? Básicamente ganar tiempo para la preparación del
sidecar: el disco flotante de freno delantero hacia un ruido horrible
y se ha cambiado su sujeción, se han cambiado los tres neumáticos,
se ha montado un dispositivo tipo "hombre al agua" y se han
instalado unas sujeciones para que el copi pueda agarrarse con mayor
seguridad. Filtro de aire nuevo y poco más. Os parecerá poco pero a
mi me ha supuesto una inversión importante. ¿Qué la moto debería
estar mejor preparada? ¡Seguro! ¿Que los otros sides me ganan en
caballos, preparación de la máquina y pilotaje? ¡Por
descontado!...¿Y qué? Begonya y yo íbamos a probar, a disfrutar de
una experiencia nueva, a vivir -y en familia- un fin de semana con lo
que es nuestra pasión, y a sentir de nuevo que corre sangre por
nuestras venas en medio del marasmo del trabajo y pagar facturas.
Los rallye routiers se componen
normalmente de etapa de noche (el viernes) y etapa de dia ( el
sábado). Hacer la etapa de noche supone una preparación en un buen
sistema adicional de iluminación, y como el presupuesto ya se estaba
desmadrando y al ser ésta nuestra primera verdadera "competición",
decidimos realizar sólo la etapa de día.
El rallye du Dourdou lo organiza el MC
Villecomtal y se celebra en dicha población, un encantador
pueblecito francés de poco más de 400 habitantes, volcados
enteramente a que el rallye tire adelante. El motoclub cuenta con una
organización estupenda y son de trato muy afable. Llegamos el jueves
18 al anochecer, con el coche hasta las trancas (y no de
"malacatones") Begonya, Josep, Jan y Max...y un remolque
que nos seguia detras con un sidecar encima. En Villecomtal nos
estaba esperando nuestro estimado amigo Leandro con su estupenda BMW,
dispuesto a ayudar con la intendencia y a atreverse a cuidar de
nuestros niños mientras hiciéramos el rallye. Villecomtal dispone
básicamente de una zona de acampada y hay dos espacios más casi a
tocar uno de otro para albergar a los participantes. Montamos las
tiendas y toda la infraestructura, y al dia siguiente sábado, tocaba
control administrativo y verificación técnica.
-Control administrativo: primero de
todo rellenar la licencia de la federación francesa para la
celebración de una prueba (seguro) con el montante de 65€ por
cabeza. Seguidamente pasamos a otra mesa de control donde nos
esperaban los ex-campeones de Francia de rallye routiers en sidecar,
con quienes tuvimos el placer de rodar hace un tiempo en el circuito
de Alès. Control del carnet de conducir, papeles del side (carte
grise) y del seguro. Ellos ya disponían de los certificados médicos
enviados anteriormente al motoclub y de un cheque bancario como
garantía de la inscripción, 140€.
-Control técnico: tuvimos que ir con
el side a la zona de acceso al parque cerrado. Pegamos
apresuradamente los "dorsales" y cuando nos lo indicaron,
accedimos al control. Revisión de nuevo de la documentación del
side y la licencia, concordancia con el número de chasis y número
motor. Comprobación de decibelios y control de todo el equipo
motorista. Un concienzudo personaje tuvo sus reticencias en el casco
de Begonya puesto que presentaba las marcas inequívocas de un
arrastrón (precisamente en el circuito de Alès). Y también mostró
disconformidad con mi espaldera, una Dainese creo que del año 93-94.
No le gustaba su estrechez en la parte baja y no encontraba ninguna
etiqueta de homologación. Pese a ello, nos dieron finalmente el
visto bueno. Antes de entrar al parque cerrado han de colocarte el
transporter que hará que los tiempos de paso en los controles y
especiales queden debidamente registrados. Para dicho transporter has
de entregar un depósito de 200€ que te devolverán una vez
finalizado el rallye. También compramos el anclaje de dicho
transporter, y así ya lo tendremos para un futuro. Dejamos el side
en el parque cerrado en compañía de otros de su género -que daban
miedo-, puesto que todos ellos nos superan en potencia.
Por la tarde/noche se inicia
propiamente el rallye. Motos a cual más potente, más preparada, más
curiosa...y que sidecares ¡Una pasada! Nos llegamos hasta la salida
de una de las especiales. La moto más aparentemente sencilla despega
como un cohete, el piloto más gordinflón te sorprende como traza.
Aquí no puedes venir con ideas preconcebidas ni estereotipos, como
decía Bruce Lee "open your mind"
Ver la salida de los sides no me ayudó,
porque me empezó el tembleque de piernas y mis miedos me hicieron
preguntarme ¿qué hago yo aquí?...aunque, bien mirado, esa pregunta
me la hago habitualmente en el trabajo.
A la mañana siguiente, llegó la hora
de la verdad. Retiramos el side del parque cerrado a las 08:45 pero
nuestra hora de salida e inicio propiamente del rallye fue a las
09:54h. Afortunadamente, éramos el último sidecar en tomar la
salida, y así no molestaríamos a nadie. Antes de partir los otros
sidecaristas se interesaron por nosotros y al saber que era nuestro
primer rallye nos recomendaron tomárnoslo con mucha calma. También
pudieron comprobar nuestra irrisoria preparación, sin roadbook ni
contador de kilómetros para el copi. Y si se percataron del sistema
de cronometraje de Begonya, con el reloj digital del Decathlon
prestado por nuestro hijo Jan , pues mejor que mejor. Así no
tendrían dudas de nuestras intenciones. Salida, cruzamos el puente
sobre el río Dourdou y a un kilómetro aproximadamente se encuentra
la primera especial. Hago cola detrás de los otros sidecares hasta
que llega mi minuto de salida. Nervios. Espero a la cuenta atrás
hasta ver un cero en la pantalla...y gas. No conozco ninguna de las
dos especiales. Durante la semana ha habido una franja horaria para
poder entrenar estas especiales, pero nosotros llegamos el jueves por
la noche sin tiempo para hacer una pasada, y el viernes ya no estaba
autorizado su paso. La mayoría de los aquí presentes conocen el
trazado, saben más o menos que les viene detrás de esa curva, donde
dar gas, donde no ...pero yo. Yo no puedo dar gas a ciegas. Aquí
cualquier error se paga muy caro. O sea que tranquilito. Finalizada
la primera especial vamos a seguir el recorrido marcado hasta la
siguiente especial. Lo bueno o malo de estos rallyes es que hacer un
buen tiempo en las especiales no sirve de nada si después en los
tramos de enlace no llegas a tiempo o te pierdes y no sigues el
recorrido fijado. Es decir, que en estos rallyes hay que tener en
cuenta el factor velocidad en los tramos cerrados, pero también la
habilidad y resistencia de los tramos de enlace. Este primer tramo lo
salvamos con alguna que otra dificultad, pero el resto de
participantes que nos sobrepasaba siempre nos brindaban su ayuda en
indicarnos el camino correcto y bastantes kilómetros los hicimos
siguiendo sus indicaciones. Pero el primer control horario lo pasamos
empujando el side. El muy ca... no quería arrancar. Conseguimos
arrancarlo empujando y continuamos el recorrido hasta la segunda
especial. Venga, gas, pero conservando por lo que pudiera pasar. Esta
segunda especial es más bonita, curvas enlazadas en ligera ascensión
y su trazado no presenta en ningún punto un riesgo evidente. Pero
voy lento, ya lo sé. Begonya le ha cogido el tranquilo al recorrido
y iniciamos el segundo bucle. Hace un calor infernal y esto sólo ha
hecho que empezar. La primera especial se repite tres veces y la
segunda, dos. Pues a mitad del segundo bucle y después de un trompo
de campeonato por los temidos "gravillons", la moto empieza
a fallar. Poco a poco pierde potencia hasta pararse, y después no
quiere arrancar. Convencidos que para nosotros había finalizado el
rallye dejamos pasar unos minutos hasta que inexplicablemente de
nuevo arrancó. Retomamos y abandonamos el rallye en semejantes
circunstancias en cuatro o cinco ocasiones, y claro, las
penalizaciones al no llegar a la hora en los controles horarios nos
hundió en la clasificación. En una de esas ocasiones llegamos a
Villecomtal empujando. Cruzamos todo el pueblo y cuando ya lo dábamos
por perdido, de nuevo arrancó. Y con más pena que gloria pudimos
finalizar por entero el rallye.
Clasificación del rallye: últimos.
Abandonos: tropecientosmil. Satisfacción: toda, puesto que para
nosotros finalizar el rallye ha sido una victoria. Hemos terminado,
no nos hemos hecho daño y atendiendo a las circunstancias todo ha
salido bien. Sin las penalizaciones no hubiéramos quedado los
últimos, pero bien mirado que más da.
A Begonya en la entrega de trofeos le
dieron un ramo de flores precioso al igual que a todas las
participantes femeninas, y nuestros hijos a nosotros un abrazo enorme
que supera a todas las copas de este mundo.
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